Secadero junto Cortijo el Ciego.

Esta foto se hizo en la ruta fotográfica por Belicena en Mayo de 2010. La verdad es que los secaderos siguen siendo un emblema de la Vega granadina.


Me gusta mucho esta foto. Primero porque refleja lo que representaban las bodas antes, pues era un acontecimiento en el pueblo y estaba presente en ella casi todo, por lo menos en Belicena.
Pero lo que quizás me gusta más es su contraste con la Vega y su naturalidad.
Esta es la calle que va de Belicena hasta el Ventorrillo, por la que circulan muchísimos coches actualmente, aunque antes se llamaba el camino hasta los chalet.

MIRANDO HACIA EL CIELO

Entre este anejo y el de Purchil discurre el popular Camino de Cantarranas, cuyo recorrido a través de choperas y secaderos de tabaco, acompañado por el fluir del agua de las acequias, proporciona uno de los paseos más bucólicos que puedan darse en Granada. Entre sus monumentos destacan el viejo y pequeño oratorio que perteneciera a la orden tercera de San Francisco de Granada, y la iglesia nueva, desde cuya torre se divisa una amplia panorámica de la vega.
La iglesia de Ambroz, de la Virgen de los Remedios, es de construcción moderna y está abandonada la antigua ermita de San Sebastián, a la entrada, donada por los marqueses de las Torres de Orán. Y existen numerosos cortijos, como los de San Antón, antigua almunia árabe con dos aljibes; San Ignacio, con más de 400 años y fue molino de aceite propiedad de la Compañía de Jesús.
Es también digno de visitar el llamado Puente del Francés, en el límite con el término municipal de Granada, obra arquitectónica del siglo XIX y de un solo ojo con arco rebajado.
La Iglesia de San José, del siglo XVI, conserva en su interior diferentes piezas de gran valor artístico. Destacan una escultura anónima de la Virgen de los Dolores, patrona de Purchil, de finales del siglo XVI, dos tallas de Pedro de Mena de finales del XVII, una Virgen con Niño y la Virgen de Belén, así como una Inmaculada de la escuela granadina de Alonso Cano.
Existen numerosas huertas y caserías de distintas épocas, por lo general bien conservadas y en explotación.

Los primeros pobladores de Belicena, seguramente fueron los túrdulos, parientes cercanos de los turdetanos que se encontraban al norte de la provincia de Granada. Posteriormente pasarían por aquí muy probablemente fenicios, cartagineses y después los romanos, que no sólo pasaron, sino que se asentaron de manera estable y el primer dato que tenemos relacionado con el municipio versa sobre una villa romana, cuyo nombre es Bellicium y que puede ser la primera noticia concreta relacionada con el asiento romano en Belicena. Tras los visigodos, con la dominación árabe de los primeros tiempos, este distrito de Granada que era la vega se repobló con tropas sirias. En el siglo XI tras las convulsiones posteriores a la disolución del califato de Córdoba, son los bereberes los que dominan y se asientan en la zona tras una guerra civil entre sirios y almohades que comenzaron a invadir los distintos reinos de taifas de Andalucía. Durante el resto de la dominación nazarita la estabilidad se mantiene y la población morisca es de origen bereber y surge la toponimia concreta de los tres pueblos que en aquellos momentos eran lugares, alquerías o cortijos a partir del siglo XIII: Harab-Anrut (correspondiente a Ambroz), Borch-Hilall (que significa torre de la espina o del alfiler, correspondiente a Purchil) y Balaysena o Balaysana (que aparece de los dos modos correspondientes con Belicena). Estos lugares posteriormente se repueblan con cristianos viejos a partir de 1.492 aunque se mezclan con los antiguos pobladores, existiendo también un sutil cambio en las denominaciones de los lugares, pasando a ser Belicena, Purchilejo y Ambroz, manteniéndose una población más o menos constante. El primer Alcalde y Consejo venían de Villamanrique y se llamaba Miguel de Cuba el Viejo. Después de la expulsión de los moriscos, las tierras de la vega se reparten por lotes que contenían un poco de cada tipo de tierra o cultivo a cada uno de los colonos que allí había. Cuando se distribuyen los lotes a los colonos en Belicena, , se le imponen unos censos (tributos o impuestos) perpetuos que se pagaban en dos cuotas a lo largo del año. En esta época, Belicena era la más poblada aunque la población se estancó y fue en Purchil y Ambroz donde se dio el mayor crecimiento, sobre todo en el Siglo XVIII, motivada por la implantación del cáñamo en la vega de Granada. A finales del siglo XIX Belicena está en torno a los ochocientos.

Después tras varias epidemias acaecidas en la zona, la población quedó bastante mermada, pero a finales del S.XIX, cuando se revoca el Monopolio del Cáñamo y comienza el auge económico de la remolacha hay un trasiego de personas que vienen desde toda la provincia. Posteriormente, ya en el S.XX otro nuevo cultivo procedente de América entra a formar parte de la economía de la zona, como es el Tabaco. Este cultivo se quedará como predominante hasta nuestros días, y ha sido característico de los paisajes de la vega, tanto por las plantaciones de tabaco, como por las construcciones de secaderos que dan a estos municipios de la vega una estampa peculiar.

Las alamedas también forma parte del paisaje de la vega.